El Viaje de Francisco Cardiel: De una Afición a una Colección de Élite
Siempre me han gustado los Juegos Olímpicos, desde pequeño he sido un gran seguidor y he guardado recuerdos de ellos. Mis primeros recuerdos fueron camisetas, banderines, chapas, pins, insignias, gorras…. El coleccionismo es un paso más allá de simplemente guardar cosas queridas. Es tener todos, absolutamente todos, los cromos de una liga de fútbol, por ejemplo, o todas las monedas de un determinado año y tipo, o…, tener la colección: Todos.

¿Por qué los pins de candidaturas?
Cuando empecé con esta «manía» de guardar cosas, a la que luego llamaron coleccionismo, me llamaron mucho la atención los pins, por lo bonitos que eran, por su tamaño y por su precio. Ya tenía algunos de las Olimpiadas de Barcelona 92 y otros que había comprado allí. Me gustaban los logos, pero también compré algunos que me parecieron bonitos de México 68 o Lake Placid.

La Plaza Mayor de Madrid, centro de referencia del coleccionismo , empezó a tener puestos de pins con el auge de las olimpiadas y los intentos de Madrid por ser sede. Fue entonces cuando empecé a fijarme en los pins de las ciudades candidatas. Poco a poco fui consiguiendo más pins, y me di cuenta de que los pins con los logos de las candidaturas eran y son, muy bonitos, con una gran variedad para escoger.

Decidí que sería una buena idea añadir los logos de las candidaturas a mi colección de pins de logos de olimpiadas. Mi primer objetivo fue tener un pin de cada candidatura para cerrar el círculo, dándole así sentido a la colección. Era una forma de darle una bonita estructura y no sería demasiado complicado exhibirla.

De lo «Finito» a lo Infinito
Al principio, mi objetivo era modesto, pero el coleccionismo es una pasión que te engancha. La fiebre de los aficionados llevó a que organizaciones y patrocinadores produjeran miles de pins diferentes en cada olimpiada. Decidí añadir las mascotas de cada olimpiada a la colección , lo que complicó las cosas, ya que había que considerar juegos de verano, invierno, olímpicos y paralímpicos. Mi objetivo de tener un pin de cada candidatura y olimpiada se convirtió en querer todos los que hubiera.

Aquí es donde todo cambió. Me gustan las cosas difíciles, que cuestan trabajo y requieren imaginación para conseguirlas. Los pins de candidaturas no suelen salir a la venta; muchos se dan a miembros del COI o a personas importantes de la candidatura. Por eso, muchos de ellos son difíciles o incluso “imposibles” de conseguir.

Un Esfuerzo Global
Para conseguir los pins más raros, empecé a contactar con cientos de coleccionistas de todo el mundo. Les conseguía cosas a ellos y ellos a mí, y a través de ellos, conocía a más gente. Asistía a ferias en otros países y a los Juegos Olímpicos para contactar con coleccionistas.



Una gran ayuda en este camino fue el catálogo de Craig Perlow. Él creó un catálogo y recopiló una información maravillosa. Tener un catálogo con imágenes es una suerte, ya que te ayuda a saber qué buscar cuando alguien en un país lejano te puede ayudar a conseguir algo raro.

Con mucho esfuerzo, ilusión y satisfacción, fui sumando piezas a mi colección. Puedo decir que mi colección de más de 1.400 pins de ciudades candidatas a ser sede de unos juegos olímpicos es una de las primeras colecciones del mundo de Pins Olímpicos de este tipo. El coleccionismo es una pasión que requiere paciencia y dedicación, pero la satisfacción es inmensa.

Francisco Cardiel | España
Coleccionista de Pins Olímpicos | Colaborador 1000 Pins